Por sostener las relaciones…

Hoy es el cuarto día de viaje etérico a Egipto. Hemos entrado en el segundo chakra, el asiento de nuestra comunicación con el mundo externo y el de las relaciones, es decir, de nosotros respecto a los demás. Desde este contexto quiero compartir contigo esta información.
Todos tenemos un juego de llaves que abren puertas. No conozco a nadie que no las tenga y sí a muchos que no las usan. Una llave puede ser una pregunta, una llave puede ser un punto de vista distinto o incluso, una capacidad. Hay una llave-capacidad que se mantiene guardada, como oro en paño, esperando a que la reconozcamos y le demos le lugar que le corresponde. Esa llave-capacidad es la creatividad.

La creatividad va mucho más allá de pintar un cuadro bonito o escribir un poema que rime. La creatividad es la llave para salir de los problemas importantes, para vivir la vida desde carreteras distintas, para construir algo útil y con sentido simplemente con lo que ahora tenemos. La creatividad es el “cómo” me desenvuelvo en mi día a día. Puede ser desde movimiento organizado hasta caos de forma simultánea. La creatividad… Es lo más valioso que guardamos dentro de nosotros.
Te preguntarás, ¿qué tiene que ver esto con las relaciones? Para mí hay dos tipos de relaciones: las que son positivas y las que son negativas. En la mayoría de los casos, los dos tipos suceden de forma simultánea con la misma persona (o personas) y con otros elementos (el trabajo). Es decir, en cada relación sostenemos una parte negativa y otra positiva. La parte positiva de una relación es aquella que te empuja, te nutre, te respeta y te ayuda de una forma u otra a que vivas la vida que deseas. La parte negativa te dice que no puedes (porque ellos no pueden y si tú pudieras significaría que ellos también podrían…), te generan desequilibrio e incluso, en casos más extremos (a los que aun andamos acostumbrados), existe la sumisión y el miedo.
Dicho todo esto, es cuando puedo llegar al meollo de la cuestión: dejamos nuestra creatividad de lado y escondida como si fuera un pecado para este mundo por la parte negativa o tóxica de nuestra relación con los demás. Dejamos de crear por no desentonar, por recibir aprobación y por seguir sosteniendo máscaras que no nos permiten ser nosotros mismos. Por sostener ciertas relaciones que nos perjudican, abandonamos esta parte valiosa y válida de nosotros mismos. Porque la creatividad que todos llevamos dentro, nos da mucho más d elo que nos dará cualquier relación. Nos da autoestima, valía, independencia… Nos permite sanarnos a pesar de lo que hagan las personas que nos rodean.
No creo que haya que cortar con todas las relaciones que guarden este patrón negativo si no lo considero la única vía a momento presente. Es más sano cortar primero con la relación negativa que tenemos con nosotros mismos: el cómo nos tratamos, el tipo de espacio que nos damos, las oportunidades que nos brindamos, el valorarnos, el ir a por nuestros sueños sin importar lo que el mundo opine al respecto… Una vez atajado el problema desde nosotros, automáticamente las relaciones pueden hacer dos cosas. Una de ellas es CAMBIAR, porque tú has cambiado y automáticamente todo lo que te rodea lo hace. Otra opción es que esa relación se suelta, es decir, dejas de sostenerla y ya está. Te vas, pero lo haces libre de culpa y lleno de confianza, porque has sido amoroso contigo mismo, y al fin y al cabo, esto es lo más importante.
Tienes la llave para sanarte, tú decides si la usas o no.

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