LA “Y” EN EL CAMINO
Creo que muchos de nosotros nos hemos encontrado alguna vez parados ante un doble camino que se abre ante nuestros pies. A nuestra derecha una opción y a nuestra izquierda la otra. Normalmente, uno de esos caminos es conocido y frecuentado por nosotros o algún allegado nuestro, ya sea un amigo o un familiar. El otro camino, es distinto y totalmente nuevo. Nuevo, porque nunca lo has vivido, porque no sabes qué será de ti si te adentras en él. Distinto, porque no se parece en nada algo que hayas hecho antes. Es en este punto, donde muchos nos quedamos parados y tomamos el camino conocido y familiar, el que otros antes que nosotros han transitado antes.